sábado, 12 de febrero de 2011

Fragmento..

…“Puede uno pensar en personas extrañas, pero Hugo adoraba los extremos parece; abusaba de la generosidad divina en cuanto a rareza y extravagancia. Y no era asunto de atuendos y colores chocantes con purpurinas como solían vestir en esos tiempos los muchachos.
Caía a pedazos de su delgada figura un aroma a criatura diferente, que se divisaba entre la alfombra gris enjambrada de la cuidad, como florecillas en sus pámpanos bajo la llovizna delicada.

Así, todo el paisaje se dibujaba al paso de este hombrecito, enmudecido de tanto indagar en pensamientos.

La transparencia de las cosas simples más complejas.
Un ovillo desmembrándose desde lo alto de la historia.
Un misterio de azulados matices con fondos claroscuros y perspectivas irreales.
Entre los límites de la mudez, un autismo amarrado a la conciencia.
Así todo él, se encaminaba hacia la vida de colores ansiada desde niño”…

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